Las Tiesas Bajas a través del tiempo

A orillas del río Estarrún y rodeado de montes de coníferas, Las Tiesas Bajas es un pequeño núcleo rural con siglos de historia. Nacido como una explotación señorial, hoy es un enclave agrícola y ganadero que ha sabido adaptarse al paso del tiempo sin perder su esencia.

Orígenes señoriales y referencias medievales

La historia documentada de Las Tiesas comienza en el siglo XI. En el año 1030, el rey Sancho el Mayor donó la mitad de este lugar al monasterio de San Juan de la Peña. En 1414, Fernando I de Aragón concedió Lastiesas a Lope de Gurrea y su linaje. Durante siglos fue un territorio de señorío, y ya en 1778 constaba oficialmente como tal.

Las Tiesas Bajas a través de los siglos

Aunque en la Edad Media no se distinguía entre Lastiesas Altas y Bajas, en 1860 ya se reconocían como caseríos separados. La evolución demográfica muestra altibajos: en 1776 se registraban dos vecinos, en 1857 la población alcanzaba los 26 habitantes, y en 1900 vivían allí 23 personas. Durante el siglo XX, el lugar llegó a estar despoblado varias décadas, recuperando población paulatinamente hasta alcanzar los 8 vecinos censados en 2003.

Un enclave agrícola y ganadero

Desde sus inicios, Las Tiesas Bajas ha estado íntimamente ligado a las actividades del campo. Sus tierras fértiles, prados y pastizales han sustentado generaciones dedicadas a la agricultura y la ganadería, en un entorno natural propicio para el trabajo rural y el desarrollo sostenible.

Cambios administrativos

A lo largo de su historia reciente, el núcleo ha pasado por distintas reorganizaciones municipales. En 1944, se integró en el municipio de Abay, y en 1963 quedó adscrito definitivamente al Ayuntamiento de Jaca. Estos cambios marcaron su posición administrativa actual, aunque siempre mantuvo su identidad como entidad diferenciada.

Un lugar con nombre propio

Aunque la documentación antigua no diferenciaba entre Lastiesas Altas y Bajas, el nombre de Las Tiesas Bajas ha ido consolidándose con el tiempo como referencia de este pequeño núcleo, al que da acceso una verja de hierro que aún conserva el nombre original. Hoy, este nombre evoca tanto su pasado como su presente rural.

Arquitectura popular

En la calle única de Las Tiesas Bajas se levanta Casa Aísa, la vivienda de los señores. Esta destaca por su gran tamaño, una sobria portada de piedra en arco de medio punto y una doble fila de balcones en su fachada principal.

Detalles de Casa Aísa

En su fachada principal, la más soleada, destaca la doble fila de balcones y una sobria portada de piedra en arco de medio punto que resalta vivamente sobre los muros encalados.

Encima se disponen el escudo heráldico de los Aísa y una placa con la fecha de 1644 y los nombres de sus entonces propietarios, Marie y Josep. En la clave de la portada aparece de nuevo el apellido Aísa, lo que revela la continuidad de la misma familia en la propiedad, y el año 1760, que puede corresponder a alguna de las varias reformas llevadas a cabo en la casa y que han ido cambiando su aspecto original.

Completan el conjunto la iglesia parroquial, las antiguas escuelas y varias construcciones de uso agropecuario. Bordas y pajares son las que mejor conservan las características tradicionales de la arquitectura popular, en piedra vista y con tejados de losas de pronunciada vertiente.

Arquitectura religiosa

La iglesia parroquial, del siglo XVII, está dedicada a San Ramón Nonato. Es un templo sencillo de mampostería con una nave rectangular, capillas laterales, coro alto y torre campanario robusta.

Arte y simbolismo

El retablo mayor, de columnas salomónicas, es una obra de la segunda década del siglo XVIII, realizada por el escultor Melchor de Ruesta. Algo más tardíos son los tres retablos restantes, de gusto rococó. La iglesia forma con el cementerio contiguo y sus dos esbeltos cipreses un melancólico rincón.

Perfectamente fundida con el color oscuro de la piedra, destaca en un ángulo de la cerca una estela en forma de disco traída de una necrópolis medieval cercana y tapizada de líquenes anaranjados que ocultan parcialmente la cruz.

Romería de San Indalencio en la que participan los habitantes de Las Tiesas Bajas

Fiestas y
tradiciones

Las fiestas se celebran el 31 de agosto en honor a San Ramón Nonato.

Sus vecinos participan en la romería de San Indalecio, en San Juan de la Peña, un domingo de la primera quincena de junio.